My Sweet Bella...my Sweet Lullaby...

La Vida, la Muerte

  No solía en aquellos tiempos llevar demasiado bien la tristeza. Aquellos sentimientos que tanto condicionaban mi vida de humana me perturbaban de sobre manera. Amedrentaban tanto mi fortaleza que me tiré largo tiempo yendo de acá para allá como un alma en pena. A veces cuando reflexionaba sobre ello solía dramatizarlo diciéndome que parecía una muerta en vida.

La vida…

La muerte…

     Siempre le tuve miedo a la muerte, o quizá sería que tenía miedo a vivir mi vida.

     Eso es lo que había oído también en muchas ocasiones, que cuando tenemos miedo a la muerte realmente era que tenemos miedo a vivir nuestras vidas.

     Ese planteamiento me parecía extraño, ¿cómo podía ser posible que yo tuviera miedo a vivir mi vida? Me parecía algo absurdo, aunque tampoco era algo que me quitara el sueño.

Dicen que los sueños nunca se hacen realidad.

Será verdad.

Hubo una época en mi vida en la que los sueños se convirtieron en mi principal vía de escape. Ansiaba día tras día que llegara la noche ya que era cuando mi alma encontraba un poco de calma. Me metía en la cama esperando que mi cerebro se cansase de martirizarme. Algo que tardaba demasiado en ocurrir. Y cuando llegaba el sueño yo me aferraba a la noche deseando que no llegara el día, pero para mi desgracia el día siempre llegaba cargado como siempre de esa amargura y desconsuelo que me estuvieron acompañando durante tantos años; y de los cuales me costó casi la vida desprenderme.

Aquellos años que más que eso me parecieron siglos…

     Creo que aún queda un poco de aquello en los recovecos de mi alma. Creí que con el tiempo acabaría por desprenderme de eso pero…

Dicen que el tiempo todo lo cura.

     Pero para eso había que tener mucha paciencia y por aquellos años no disponía de demasiada. Me hubiera gustado haber tenido una pequeña maquinita pata fabricar paciencia, pero me tuve que conformar con adquirirla mediante hacer trabajar a marchas forzadas a mi fuerza interior.

     Tuve  suerte de poder echar mano de ella en aquellos tiempos. Tiempos oscuros, tiempos tristes…

     Me repito día tras día la negación absoluta de recordar aquellos tiempos pero hay una fuerza superior a mí que me incapacita para no hacerlo.

     Ya no duele apenas, tan solo siento una pequeña punzada cuando los recuerdos surgen a través de los golpes de sangre de mi corazón.

  Me costó mucho superar aquella época. Fue difícil seguir adelante con todo aquel lastre que seguía pesándome en mi vida. Pero aún así seguí con mi vida como mejor pude, aunque….siempre he tenido la sensación de que ese lastre nunca se ha desprendido de mi alma, sentía que más que eso me limitaba a seguir cargando con él mientras se me iban añadiendo a mi vida otras cosas. La explicación que yo logre darle es que era como cuando echas arena en un agujero tan profundo que parece que nunca se va a tapar ese agujero o como cuando intentas tapar un charco de agua con papeles y empiezas a poner uno y otro y otro mas pero que por mas que pongas papeles el charco parece no secarse nunca... 

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